LA TERAPIA DEL HABLA PODRÍA AYUDAR
La ingesta de cafeína se redujo en más de un 75 por ciento después de tan solo una sesión de una hora, según un estudioUna sesión corta
de "terapia del habla" parece ayudar a las personas que consumen
cafeína en exceso a reducir su ingesta, sugiere un nuevo estudio de tamaño
reducido.
El trastorno por
el consumo de cafeína, que todavía no es un diagnóstico oficial de salud
mental, se define por la dependencia a la cafeína y la incapacidad de consumir
menos cafeína a pesar del deseo de hacerlo, explicaron los investigadores.
El nuevo estudio
encontró que una sola sesión de una hora de terapia de "estrategias de
reducción" (un tipo de terapia cognitivo-conductual) ayudó a los pacientes
a reducir su ingesta de cafeína en más de un 75 por ciento. El objetivo de ese
tipo de terapia es ayudar a los pacientes a comprender, reconocer y cambiar los
pensamientos irracionales que provocan la conducta.
"Hablamos de
personas que no solo tienen una dependencia física de la cafeína, sino que
también tienen repercusiones físicas y psicológicas negativas por el consumo de
cafeína y no han podido reducir o abandonar el uso de la cafeína", dijo la
autora del estudio, Laura Juliano, profesora de psicología de la Universidad
Americana, en Washington, D.C.
"Y hallamos que la terapia ayudó a las personas con ese trastorno a lograr reducciones significativas en el consumo", dijo.
El estudio aparece en una edición reciente en línea de la revista Journal of Consulting and Clinical Psychology.
Juliano dijo que
la cafeína es la droga psicoactiva más popular del mundo. Alrededor del 90 por
ciento de los estadounidenses (incluyendo los niños) la consumen en forma de
café, té, chocolate, refrescos o bebidas y barras energéticas.
Aunque la
tolerancia a la cafeína varía, y no hay ninguna norma rigurosa, Juliano
aconsejó limitar el consumo de cafeína a unos 400 miligramos (mg) al día, más o
menos equivalente a dos a tres tazas de café de 8 onzas (237 mililitros).
Pero aunque
investigaciones anteriores indican que el estadounidense promedio consume unos
200 mg al día, muchas personas consumen mucha más, señaló. Y más de la mitad de
los consumidores regulares de cafeína tienen problemas para reducir o abandonar
su hábito de cafeína, dijo Juliano.
Esas dificultades
pueden persistir incluso cuando la dependencia a la cafeína provoca ansiedad,
tensión, estrés, problemas para dormir y nerviosismo, o amenaza con complicar
otros problemas de salud, como el embarazo o la enfermedad cardiaca, apuntó.
En 2013, el
"trastorno por consumo de cafeína" se planteó en el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que es una
lista oficial de los trastornos mentales reconocidos, como un tema preocupante
que amerita más investigación. Pero el DSM-5 no llegó a declararlo un
diagnóstico real, dijeron los autores del estudio. (Juliano fue asesora del DSM-5).
Teniendo eso en
cuenta, el estudio actual buscaba explorar los potenciales beneficios de la
terapia conductual para renunciar a la cafeína.
Ya se sabe que la
terapia cognitivo-conductual es muy útil para la depresión, la ansiedad y
varios problemas de adicción, dijo Janice Kiecolt-Glaser, profesora de
psiquiatría de la Universidad Estatal de Ohio. Kiecolt-Glaser no participó en
la investigación actual, pero revisó los hallazgos del estudio.
"En general,
la meta es ayudar a cambiar los pensamientos y conductas inadaptadas al
aprender a prestarles atención, y desarrollar estrategias alternativas para
gestionar los problemas", explicó.
"Pero si a
alguien con un trastorno adictivo se le ordena ir a tratamiento, o en realidad
no considera que tiene un problema, ese tipo de tratamiento generalmente no es
exitoso, o es mucho menos exitoso", añadió Kiecolt-Glaser.
"Realmente
logra una mayor efectividad cuando el paciente sabe que tiene un problema y se
motiva a buscar terapia para vencerlo", dijo.
Ese es exactamente
el tipo de hombres y mujeres que Juliano y su equipo inscribieron en su
estudio. Todos los 67 participantes indicaron que habían intentado reducir la
cafeína, y habían fracasado, a pesar de un fuerte deseo de hacerlo.
En promedio, los
participantes consumían poco menos de 700 mg al día, halló el estudio.
Alrededor de siete de cada 10 esperaban reducir esa cifra, en lugar de dejar la
cafeína del todo, dijo Juliano.
Se asignó a la
mitad al azar a recibir de inmediato una hora de terapia con un consejero
entrenado. También se les dio material para llevar a casa que describía un plan
para una reducción lenta en la cafeína durante un periodo de cinco semanas. La
otra mitad también recibió la terapia, pero solo tras un periodo de espera de
seis semanas, señalaron los autores del estudio.
El resultado: la terapia conductual permitió a más de tres cuartas partes de los participantes reducir su ingesta de cafeína a menos de 200 mg por día. Y lograron mantenerla más o menos a ese nivel incluso un año después, dijeron los autores del estudio.
"Es
impresionante", dijo Kiecolt-Glaser. "No conozco otros tratamientos
para la adicción a la cafeína. Pero esta parece una forma excelente de hacerlo.
Tiene mucho sentido".
Sesiones y consultas
Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en
Salud y Bienestar Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España
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