CLAVE EN LA ADICCIÓN A LA COCAÍNA
En un trabajo publicado en «Journal of Biological Chemistry»,
los investigadores aportan nuevos datos sobre el mecanismo de un transportador
de dopamina que podría ayudar al desarrollo del futuro tratamiento médico
contra esta peligrosa adicción. «Una mejor comprensión de la función del
transportador de dopamina nos permitirá avanzar en el desarrollo de un antídoto
contra la adicción a la cocaína», asegura el investigador Claus Loland, quien
recuerda que hoy en día no existe un tratamiento médico disponible para la
adicción a la cocaína.
La
dopamina es determinante en la adicción, pues es una molécula de señalización
en el cerebro que está implicada en la sensación de recompensa y motivación. Los
investigadores han visto que el transportador de la dopamina actúa como un
aspirador molecular que elimina la dopamina liberada, controlando así su
señalización. Este hallazgo de que es posible controlar el acceso de la
dopamina a su lugar de unión en la proteína es, señala Loland, clave. «Hemos
identificado dos aminoácidos en las proteínas que rompen y forman una interacción»,
que podría ser algo como una «señal para la unión de la cocaína y otras drogas
similares».
La
cocaína es la segunda droga ilegal más consumida en Europa, después del
cannabis, según el Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías. Una vez
en el cerebro, funciona en gran parte al ocupar o bloquear los sitios del
transportador de dopamina en las neuronas en el cerebro. Esto evita la
recaptación de dopamina por las neuronas que la liberan, permitiendo así que
permanezcan mayores concentraciones de dopamina en la sinapsis durante un
período prolongado de tiempo, y esto causa la euforia inicial y recompensa.
Inhibidores
La
cocaína actúa como inhibidor del transportador de dopamina, pero los
investigadores han visto que otros inhibidores que se ligan al transportador de
dopamina con la misma fuerza que la cocaína no producían la misma respuesta
estimuladora cuando se administraba a las ratas.
Mediante
el uso de la farmacología molecular y bioquímica los expertos pudieron analizar
las funciones del transportador de dopamina mutado y vieron que su función era
diferente al no mutado. Los expertos creen que si logran descubrir, a nivel
molecular, por qué son diferentes se habría dado un gran paso para el
desarrollo específico de inhibidores no estimuladores que evitaría la posterior
unión de la cocaína en el cerebro y, por tanto, producir un antídoto. «Nuestro
objetivo en este caso es que la cocaína no se active y que el antídoto inhiba
la respuesta estimuladora», concluye Loland.
Sesiones y consultas
Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en
Salud y Bienestar Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España
Contacto
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