MARIHUANA EFECTOS EN LA PERSONA
Diciembre 2014. La Sociedad Científica Española para el estudio del Alcohol y las Drogas, Socidrogalcohol, alerta sobre las múltiples evidencias científicas que prueban que el consumo de marihuana puede producir daños para la salud corporal y también para la salud mental.
El consumo de marihuana puede producir:
ADICCIÓN, que induce un aumento progresivo de su consumo en cantidad y
frecuencia, lo cual redunda en una mayor TOXICIDAD. Cuando una persona
consumidora de marihuana intenta dejar de consumirla pueden aparecer síntomas
de abstinencia, del tipo irritabilidad, mal humor, insomnio, disminución del
apetito, ansiedad y deseo intenso de fumar nuevamente; que suelen persistir
durante varios días y que pueden conducir a un nuevo consumo, intensificando de
este modo la conducta adictiva de fumar marihuana. El 10 por ciento de las
personas que han fumado marihuana desarrollan un consumo excesivo o incluso una
adicción, asociados a consecuencias negativas.
Deterioro de la coordinación motora y la toma de decisiones, funciones
imprescindibles para poder conducir con seguridad, aumentando al doble el
RIESGO de ACCIDENTES de tráfico, laborales y domésticos. Un riesgo que se
multiplica, cuando el fumador de marihuana ha ingerido además bebidas
alcohólicas, medicamentos tranquilizantes, pastillas para dormir u otras
drogas.
Disminución de las capacidades de CONCENTRACIÓN, MEMORIZACIÓN y
APRENDIZAJE, todas ellas imprescindibles para poder estudiar y para poder
realizar la mayoría de trabajos. Esto favorece el DETERIORO del RENDIMIENTO
ACADÉMICO, LABORAL y también DEPORTIVO, sobretodo en jóvenes y adolescentes.
Un incremento en la probabilidad de aparición de SÍNTOMAS PSICÓTICOS,
como ideas delirantes persecutorias y trastornos perceptivos, sobretodo en
personas predispuestas a ello. Aumenta también la probabilidad de padecer
depresión y crisis de angustia e interfiere en la recuperación de pacientes en
tratamiento por estos trastornos psiquiátricos.
Aumento de la probabilidad de abusar de otras drogas, incluido el
alcohol. Las personas que fuman “porros” suelen hacer también “atracones” de
bebida y es más probable que consuman otras drogas, como cocaína. Y, para las
personas que han desarrollado adicción al alcohol o las drogas, el consumo
continuado de marihuana puede interferir en la recuperación de su adicción a
estas sustancias.
Asimismo, es importante advertir
algunos aspectos:
* Como ocurre con cualquier droga legal o ilegal, la mayor o menor
accesibilidad a la sustancia es determinante para aumentar o disminuir el
consumo. En nuestro país, la fácil accesibilidad al cannabis constituye un
factor facilitador tanto del inicio en su consumo a edades tempranas, como del
elevado número de consumidores. España es uno de los países europeos en los que
la accesibilidad percibida por los jóvenes es de las más altas. Por este
motivo, aquellas medidas que llevan a disminuir el acceso de los adolescentes
al cannabis deben ser especialmente bienvenidas y puestas en práctica.
* Los procedimientos de selección del cultivo de plantas que producen la
marihuana han dado lugar a la producción de nuevas plantas, con una
concentración de alcaloides psicotóxicos mucho mayor que la de hace unos años.
Esto incrementa la probabilidad de sufrir –ahora más que antes- las mencionadas
consecuencias negativas del consumo de marihuana.
Sesiones y consultas
Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y Bienestar
Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España
Contacto
Celular 950 986 309
E-mail: unifam2013@gmail.com
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